Lo mejor, que al ser el último lanzamiento de Apple es, evidente y nuevamente, sorprendente; a priori. Lo peor, la polémica del chip A9, del motor, del corazón del dispositivo. Todo se habría resuelto con un comunicado oficial que, hoy por hoy, no ha sido emitido. Sí hemos leído todos unas declaraciones atribuidas a Apple pero que, como digo, no nos ha llegado a toda la prensa.
De hecho, como conté en su día, el canal oficial de Apple no ha dado información alguna y ni tan siquiera en la web de prensa, local e internacional, figura nada al respecto.
En este punto, sí tengo que reconocer que es el primer iPhone, desde su nacimiento hace ya algún año, que no he tocado todavía. Aún así, con la información disponible y los argumentos leídos (abrumadoramente favorables) creo tener una visión muy consolidada del producto. Por tanto, no voy a detallar nada que ya he contado aquí y que puedes buscar en los otros canales, incluido el oficial.
Volviendo al titular de este artículo, quiero volver a dejar claro que el usuario debe disponer de esa información respecto al chip A9. Me resulta chocante que hoy que miramos si la textura de una funda o el chasis de un dispositivo no difiere del original que hemos visto en el escaparate, no exijamos de igual forma y manera conocer si nos llevamos uno u otro "corazón".
Yo reclamo que esa información sea expuesta claramente por Apple y, aconsejo al consumidor que sepa lo que compra.
