Así de claro: los usuarios de tarjetas de prepago compradas antes de noviembre de 2007 y que no se hayan identificado ante su operadora se quedarán sin línea el próximo 9 de noviembre, dos años después de la entrada en vigor de la directiva comunitaria que obliga a identificar a todos los usuarios de telefonía móvil.
La solución: Para evitar que la compañía desactive la tarjeta, los usuarios de estos teléfonos deberán acudir a un punto de venta de su operador e identificarse con su DNI, pasaporte o tarjeta de extranjero antes del 9 de noviembre.
El motivo: Es conocido que tanto los grupos terroristas como las organizaciones delictivas utilizan siempre teléfonos de prepago para garantizar su anonimato, lo que ha creado un "mercado negro" de este tipo de tarjetas.