La Federación para la Propiedad Intelectual de la Obra Audiovisual (FAP) subraya que gracias a las denuncias presentadas en la Brigada de Investigación Tecnológica, a las que se sumaron las de ADESE, EGEDA, SGAE y PROMUSICAE, se inició una investigación en julio de 2006 que ha culminado con el cierre de 21 páginas Web que colgaban todo tipo de obras cinematográficas, musicales y de software, cuya actividad, sólo en España, habría ocasionado más de 1.000 millones de pérdidas para la industria del cine y más de 5.000 para las industrias del sector.
La FAP subraya que esta actuación policial es pionera a nivel mundial, ya que por primera vez se ha conseguido evidenciar que los mismos administradores se encargaban de proporcionar el contenido íntegro de las obras, llevando a cabo el proceso completo: grababan los contenidos en las salas de cine, editaban imagen y sonido, y posteriormente las ponían a disposición de los usuarios colgándolas en la red.
Según la FAP, El número de descargas ilegales se ha triplicado en los últimos dos años, alcanzando los 132 millones durante 2006, generando unos 2.600 millones de euros de pérdidas para toda la industria del cine .
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