Las compañías telefónicas guardarán los datos de sus clientes durante un año e identificarán a los compradores de las tarjetas prepago.

Aprobado en Consejo de Ministros, el proyecto de ley supone la incorporación al ordenamiento español de una directiva europea que obligaba a los operadores a guardar los datos entre 6 y 24 meses para mejorar la lucha contra el terrorismo y otros delitos graves.
La norma española establece que las empresas de telefonía deberán conservar datos de cualquier tipo de comunicación, tanto fija, como móvil o por internet. Se incluirá información a cerca del origen, destino, la hora, la fecha y el aparato utilizado, pero en ningún caso el contenido de la misma. El proyecto preparado por el Ejecutivo pasará ahora por las Cortes, una vez que ha contado con la supervisión de la Agencia Española de Protección de Datos, del Consejo General del Poder Judicial y del Consejo de Estado.