
Tecnimagen, el último fabricante de televisores de tubo catódico de España, ha anunciado el cierre de su planta de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), lo que afecta al conjunto de la plantilla, compuesta por 139 trabajadores. La fábrica, propiedad de la multinacional holandesa Philips hasta octubre de 1994, apenas tuvo carga de trabajo durante el pasado mes de mayo por el evidente cambio tecnológico del producto.
La compañía llegó a producir casi un millón de unidades en 2003 y entró en nuevos segmentos, como los aparatos de LCD y DVD, aunque la competencia de los países emergentes y la desaparición del formato tradicional de televisor han sido escollos infranqueables, a pesar de que el hecho de que sus unidades se comercializasen con marcas de terceros en el canal de distribución suponía un importante ahorro de costes en mercadotecnia y publicidad.
Los fabricantes de productos de electrónica de consumo prácticamente han desaparecido de Cataluña después de cierres como los de Samsung en Palau-Solità i Plegamans (Barcelona), que se materializó en 2004; y el fin de la actividad de forma progresiva en la planta de Braun en Esplugues de Llobregat (Barcelona), que culminará en 2008.
La multinacional japonesa Sony, que emplea de media a 2.600 personas en su planta de Viladecavalls (Barcelona), es una de las últimas compañías del sector que mantienen actividad industrial en Cataluña.
En diciembre de 2005 ya cerró la empresa Bocsa, la última en España dedicada a la fabricación de CD vírgenes, lo que supuso el despido de los 30 trabajadores de su planta barcelonesa.
La compañía llegó a producir casi un millón de unidades en 2003 y entró en nuevos segmentos, como los aparatos de LCD y DVD, aunque la competencia de los países emergentes y la desaparición del formato tradicional de televisor han sido escollos infranqueables, a pesar de que el hecho de que sus unidades se comercializasen con marcas de terceros en el canal de distribución suponía un importante ahorro de costes en mercadotecnia y publicidad.
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