Telefónica espera contar con el respaldo del Gobierno español y la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) en el conflicto que mantiene abierto con la Comisión Europea respecto a su presunta posición dominante en el mercado de banda ancha, informaron fuentes de la operadora. "No pensábamos que siguiendo las directrices de la CMT pudiéramos ser objeto de sanción. Nos sorprendería que nos impusieran una multa porque no se puede dudar en ningún caso de nuestra buena fe. Hemos hecho lo que nos indicó el regulador nacional", afirmaron las mismas fuentes. En cualquier caso, desde la operadora tienen previsto recurrir ante el Tribunal de Luxemburgo, haya o no sanción económica, siempre y cuando la Comisión Europea dictamine que hubo una infracción por parte de Telefónica, ya que "no puede estar conforme con que se diga que ha hecho algo ilícito". Además, Telefónica espera que tanto la CMT como el Gobierno le den su apoyo, a pesar de que todavía no han tratado el tema con ambas partes, y se adhieran al recurso que presente contra la decisión de Bruselas. A juicio de la operadora, el conflicto con Bruselas radica así en que tanto el regulador español como la Comisión Europea han aplicado dos métodos diferentes para analizar el caso. "La CMT queda en mal lugar. Muestra una desconfianza del regulador europeo hacia los nacionales", señalaron. El servicio de acceso a la red de Telefónica lo reguló la CMT en 1999/2000, cuando obligó a la operadora a prestar el servicio y fijó el precio máximo con el objetivo de que cualquier compañía pudiera ofrecer banda ancha con poca inversión.