El uso del móvil, a corto plazo, no parece provocar daños a nuestra salud

La mayor investigación británica sobre los posibles efectos en el ser humano de la tecnología móvil, realizada en los últimos seis años, no ha encontrado pruebas que confirmen que el uso del móvil afecta a las funciones cerebrales o pueda causar cáncer.
El profesor Lawrie Challis, presidente del Programa de Telecomunicaciones Móviles e Investigación de la Salud, al que se han destinado unos 13 millones de euros, ha señalado que hasta ahora los estudios han incluido pocos participantes que han utilizado el móvil desde hace diez años o más.
“No podemos descartar –ha dicho- la posibilidad de que el cáncer pueda aparecer dentro de pocos años. La mayoría de los cánceres tardan alrededor de diez años en manifestarse”. Challis también ha puntualizado que los estudios británicos que aparecen en el informe no han analizado a niños. Los científicos han evitado exponer a los más pequeños a los campos de radiofrecuencia generados por aparatos como los móviles y las antenas.
“Es posible –asegura Challis- que los niños sean más sensibles que los adultos a la radiación por radiofrecuencia y ya se está llevando a cabo un segundo programa en el que participan 200.000 personas en Dinamarca, Suecia y Reino Unido. Así las cosas y hasta no tener los resultados de nuevos estudios los expertos tampoco se atreven a aconsejar a los padres que prohíban a sus hijos utilizar el móvil como medida de precaución.
El programa ahora presentado ha sido financiado a media por la industria de las telecomunicaciones y por el gobierno británico y las compañías, según Challis, se han limitado a firmar los cheques.
Desde hace más de medio siglo los científicos de todo el mundo estudian los efectos de los campos de radiofrecuencia en la salud humana. Aunque hasta ahora las pruebas han descartado riesgos, la preocupación del público aumenta a medida que tanto niños como adultos dependen de la tecnología para la comunicación diaria.