
A través de la tarjeta sanitaria electrónica de la Comunitat Valenciana (tarjeta SIP), leída electrónicamente en la oficina de farmacia, se dispensan las recetas prescritas por los médicos del centro de salud sin que el paciente tenga que acudir a la farmacia con la tradicional receta en soporte papel.
De este modo, cuando un paciente solicita en una oficina de farmacia que le sea dispensada la medicación prescrita en receta electrónica, mediante la tarjeta SIP se extraen sus datos personales y se capturan las prescripciones pendientes de dispensación que el paciente desee adquirir.
El médico sólo imprime en papel y entrega al paciente una hoja que recoge las pautas que debe seguir el paciente para su tratamiento.