TOSHIBA celebra el 25 aniversario PORTÁTIL con novedades espectaculares


Libretto W100

El primero de estos nuevos equipos pertenece a la conocida familia Libretto y su nombre completo es Libretto W100. Con él, Toshiba une ordenador y tableta digital en un solo equipo, plegable, con dos pantallas táctiles que suman 14”, tan pequeño que cabe en un bolsillo y con un peso de apenas 819 gramos. Este nuevo formato ofrece al usuario una gran versatilidad de uso. Puede ser un libro, o una gran pantalla de 14 pulgadas o, por supuest

o, un ordenador con un teclado virtual en la pantalla inferior. El nuevo Libretto permite correr dos aplicaciones simultáneas, una en cada pantalla, o combinarlas pasando de una pantalla a otra todo tipo de archivos o textos, simplemente con un dedo.

El Libreto W100 es un ordenador completo. Tiene un procesador Intel U5400, 2GB de memoria un disco duro sólido de 62 GB, sistema operativo Windows 7, pantallas de 1024 x 600 cada una, lector USB, de tarjetas de memoria, WiFi. BlueTooth y 3G opcional. Desplegando el teclado virtual en la pantalla inferior el usuario podrá usarlo como un portátil tradicional. Además incorpora la funcionalidad de teclado predictivo, lo que hace más sencillo escribir correos o textos, tal y como se hace en los móviles.

Para su uso como tableta, Toshiba ha diseñado un sencillo interface d

e usuario que dispara su utilidad y sus aplicaciones. Es fácil pasar información de una a otra pantalla o usarlas para dos aplicaciones diferentes, incluso como lector de libros. Estas prestaciones abren la puerta a que los desarrolladores de todo el mundo ideen una nueva clase de aplicaciones específicas para dos pantallas.

Toshiba AC100

Las aplicaciones cloud computing y los nuevos usos de Internet, como las redes sociales, han creado unas necesidades de uso para las que el Mini PC y el smartphone o teléfono inteligente están limitados. Para cubrir este hueco Toshiba ha desarrollado el Toshiba AC100, un dispositivo basado en el chip nVidia Tegra y en el sistema operativo Android.

Como los móviles, el Toshiba AC100 siempre está conectado a la red y así, por ejemplo, avisa al recibir un correo mediante un LED, tiene una autonomía de hasta siete días sin necesidad de recarga y, gracias a Android, arranca en menos de un segundo. Todo esto en un equipo con una pantalla de 10”, con un teclado completo y de sólo 900 gramos de peso y apenas 1 cm de grosor.

El Toshiba AC100 dispone de aplicaciones preinstaladas como Documents to Go, para ver documentos Microsoft Office; un cliente de correo, el navegador Opera y un reproductor multimedia: el Toshiba Media Player. Además se puede personalizar con la amplia variedad de aplicaciones y programas que soporta Android.

Otra gran novedad de este equipo es la posibilidad de configurar hasta cinco apariencias diferentes que cambiarán automáticamente según el entorno donde se use, tras identificar la red a través de la que esté conectado (SSID). Así, trabajando aparecerán aplicaciones diferentes que si se usa en casa.

Portégé R700 y Satellite R630

Finalmente, Toshiba pone en el mercado un nuevo portátil ultraligero, el Portégé R700, que se caracteriza por ofrecer el máximo rendimiento y las últimas innovaciones informáticas, con un peso y un grosor mínimos. Tiene un formato de 13,3”, un peso de 1.3 kg, y apenas 2,5 cm de grosor. Viene equipado con un procesador Intel Core i7, hasta 8GB de RAM DDR3, un disco duro de 500 GB o 512, en su versión con disco SSD, unidad DVD Super Multi y todo tipo de puertos y conexiones (USB, HDMI, VGA, Docking, lector multitarjetas). El Portégé R700 está pensado para aquellos usuarios que necesitan la máxima movilidad, pero que mientras viajan no pueden renunciar a ninguna de las prestaciones y al rendimiento que le ofrece su ordenador personal principal.

Con el mismo formato y peso, Toshiba también pone en el mercado una versión del Portégé R700 para el mercado de consumo, el Satellite R630. Este equipo se ha diseñado para aquellos consumidores domésticos que precisan de la misma movilidad que un profesional, pero para su ocio. Por esta razón comparte las mismas prestaciones, excepto aquellas más profesionales como son la conexión Docking y el lector de huella dactilar.

ESTA ES LA HISTORIA DEL "PORTÁTIL", según Toshiba

Los primeros pasos

Pese a sus antecedentes, la historia del ordenador portátil comienza a despegar un 20 de Abril de 1985, que es cuando Toshiba Corp. puso a la venta un novedoso equipo, el T1100, el primero que incluyó un conjunto de características básicas que se convertirían en estándar para los ordenadores portátiles durante los próximos 20 años. Basado en un procesador 80C88 de Intel Corp., tenía 256K bytes de memoria como estándar, una pantalla LCD de 640 pixels por 200 pixels capaz de exponer 25 líneas de 80 caracteres, y una unidad de disco de un solo disquete de 3,5 pulgadas que soportaban discos de 640 K-byte y 720K-byte. El ordenador medía 31.l centímetros por 6.6 cm por 30.5 cm. y pesaba 4,1 kilos, además de utilizar un BIOS (sistema básico de input-output) de Microsoft. Costaba unos 4.000 dólares de la época, pero tal vez lo más trascendental era que estaba basado en un sistema operativo compatible con IBM desarrollado totalmente por Toshiba.

Al margen de constituir el primer paso de todo un nuevo sector hacia un impresionante y nuevo mercado de miles de millones de dólares, pocos saben que el T1100 estuvo a punto de convertirse en un proyecto abortado, ya que la cúpula directiva de Toshiba tuvo enorme dudas sobre la capacidad de que este equipo lograse las metas propuestas. A más de veinte años de distancia este hecho parece increíble, pero así fue. Sólo la persistencia y clara visión de futuro de Atsutoshi Nishida, en aquellos entonces senior vice president de Toshiba Europe GmbH, lo hicieron posible.

En aquellos entonces, a sus cuarenta años y con poco más de una década en la corporación, Nishida destacaba por una visión futurista del sector, apoyada intensivamente por una política de I+D. En efecto, a principios de los años 80 ya pronosticó claramente en qué dirección iría el trabajo en el sector terciario, algo que pocos años más tarde corroboraría un famoso informe del Instituto Fraunhofer de Alemania: “el empleado medio pasa casi un 70% de su vida profesional lejos de su mesa de trabajo y el 40% fuera de la oficina. Como es probable que la mayor parte de su productividad tenga lugar fuera de su mesa, los empleados necesitan disponer de acceso flexible en todo momento a sus redes. Y sobre todo, necesitan una tecnología fabricada para resistir los rigores de la vida en carretera”.

Pero en 1985, la búsqueda de la informática portátil no era nueva. Ya a mediados de los años 70 el británico Adam Osborne, un químico de profesión que carecía de instrucción formal en electrónica, informática o gestión empresarial, comenzó a estudiar un tema del que recién comenzaba a hablarse, las “prácticas de flexibilidad laboral”, apoyadas en nuevas formas de trabajo y de gestión empresarial. Había que dotar a estos trabajadores - insistía Osborne – de herramientas adecuadas, ligeros equipo equipos informáticos y programas “ad hoc”. Así se podría ir por el mundo con la oficina a cuestas.

Así también fue como en 1981 puso en el mercado el “Osborne 1”, el primer equipo “transportable” o “arrastrable” del mundo. Con la apariencia de una máquina de coser portátil, trabajaba con programas escritos en CP/M. Pesaba 11 kilos y estaba dotado de una pequeñísima pantalla de buena resolución (aún así era de difícil lectura), dos disqueteras y limitadas posibilidades de memoria. Aunque Osborne fracasó comercialmente y desapareció del mundo de los emprendedores, se había abierto la veda y ya había quienes estaban dispuestos a coger el relevo.

En efecto, poco después se presentaron equipos de Radio Shack Corp. y Seiko Epson Corp. – que ya habían estado en el mercado – Tandy, NEC, Olivetti y Toshiba. Habían comprendido – sobre todo Toshiba – que el ordenador portátil no sólo era un diamante en bruto, sino que en la movilidad de los datos y de la información, estaba el futuro de la gestión, del tipo que fuese. Los desafíos a vencer eran, potencia, capacidad, rapidez y bajo peso. Hubo excelentes diseños como los de Kyocera y Tandy, mientras que a fines de 1984 IBM y Hewlett-Packard preparaban su salida al mercado con sus “transportables”.

A esas alturas, Nishida había tenido tiempo de sobra para valorar correctamente la importancia de la compatibilidad de cualquier equipo microinformático con el PC de IBM, su famoso sobremesa. Y lo sabía de primera mano, ya que, pocos años antes, su intento de entrada en el mercado norteamericano de PCs de sobremesa no había sido una buena experiencia, por la sencilla razón de que su máquina no era compatible con el de la gran multinacional. Así es que a raíz de este hecho, en 1983 la dirección de la corporación decidió enviar a Los Ángeles a un equipo de tres ejecutivos (jefe de proyecto, un ingeniero y un ayudante) liderados por Atsutoshi Nishida, quienes se dedicaron a estudiar la forma de planificar la reentrada en el mercado informático estadounidense. A estos efectos y durante dos meses trabajaron con McKinsey & Company Inc. en el proyecto "Brighter Blue/Azul más brillante". Sus conclusiones fueron tajantes, un nuevo PC de sobremesa no era el camino a seguir. Había que buscar otro camino

"Por aquellos entonces” comentó Nishida al periodista Martyn Williams “los ordenadores transportables se estaban haciendo populares pero eran muy, muy, muy grandes. Nuestro plan era centrarse en un PC transportable, intentando de que fuese de muy poco peso, tuviese forma de almeja, pantalla LCD y compatibilidad con IBM".

Incomprensión, lucha y triunfo

Pero cuando el equipo de ingenieros volvió a Tokio, su proposición se topó con un cierto escepticismo. La cúpula directiva de la corporación estimó que un ordenador con estas características no sería aceptado por el mercado. Nishida ofreció entonces el PC a otras compañías para que ellas los comercializasen bajo sus marcas en la modalidad de OEM (fabricante original del equipo), sin embargo todas lo rechazaron. Pese a ello (todo), los rechazos iniciales no afectaron a la confianza de Nishida, quien persistió en su idea de desarrollar un ordenador portátil “con las características que él veía que el mercado demandaría”. Al final logró la aprobación para su proyecto, pero sólo después de comprometerse a vender 10.000 máquinas en un año. "Eso no es mucho hoy en día, pero en aquellos entonces era una cantidad enorme" comentó a Williams.

Pero ahí no terminaron los problemas, ya que la dirección de Toshiba dejó claro que no proporcionaría fondos para desarrollar el proyecto. Como la división de PCs de Toshiba no podía permitirse financiarlo, Nishida tuvo que comprometer fondos de su presupuesto internacional de ventas y marketing, recuerda Nobuyuki Tanaka, hoy vice presidente senior de Toshiba Digital Media Engineering Corp. y uno de los 10 ingenieros que por aquellos entonces trabajaba en el proyecto T1100. En abril de 1984 el equipo de Tanaka empezó a trabajar ¡por fin! en el T1100 y para agosto del mismo año había puesto a punto un prototipo.

Sin embargo a la hora de planificar la comercialización fue necesario superar otro obstáculo. Por su experiencia en el mercado del PC de sobremesa, Toshiba sabía que nadie compraría un equipo sin software. "Sin software para operar, nuestro producto sería sólo una caja," recuerda Nishida. Como el T1100 iba a ser compatible con IBM, tendría que trabajar con disquetes de 3,5 pulgadas y en aquel momento el estándar de la industria estaba en discos de 5,25 pulgadas, con lo que no existía disponibilidad de software en disquetes más pequeños.

De modo que Nishida decidió contactar con Lotus Development Corp. (actualmente una división de IBM Corp) en Londres. Su solicitud al director de ventas europeas para obtener una versión de Lotus 1-2-3 en el nuevo disquete se encontró con una negativa. En una segunda visita recibió otra negativa, lo mismo que la tercera. Pero Nishida, convencido del futuro de su proyecto, no se dejó intimidar y visitó las oficinas por cuarta vez con la misma petición. "Esta vez él estaba harto de mi persistencia en no aceptar la negativa" comentó Nishida. "Así es que me dijo que hablaría con un ingeniero como un favor personal, pero ¡eso sí!, nada oficial. En mi próxima visita a Lotus utilicé toda mi capacidad de persuasión personal y el hombre migró el Lotus 1-2-3 a disquetes de 3,5 pulgadas. Funcionaba perfectamente".

Su próxima visita fue Ashton-Tate Corp. (adquirida más tarde por Borland International Inc.) uno de los competidores de Lotus y fabricante del software dBase 11. Esta vez el acuerdo fue mucho más rápido, tal vez porque Nishida mencionó que el Lotus 1-2-3 migraría al nuevo formato de disquete. Más tarde Lotus también acordó hacer una versión de Symphony aunque esto requería dos disquetes y por lo tanto había que esperar su presentación hasta que Toshiba estrenara un modelo portátil posterior con dos unidades de disco.

“Una gran parte del trabajo de desarrollo del T1100 consistía en la compatibilidad de software”, recuerda Haruhiko Banno, el ingeniero que acompañó a Nishida a Los Ángeles y que hoy es presidente y CEO de Toshiba Digital Media Engineering Corp. Conviene recordar también, que en aquella época la compatibilidad con IBM no siempre era garantía que todo el software funcionaría correctamente. Un importante dolor de cabeza para Toshiba fue intentar conseguir que el Flight Simulator de Microsoft Corp. – una de las aplicaciones más populares - funcionara en la nueva máquina, cuenta Banno. Al final el equipo logró hacerlo funcionar en el T1100, sin embargo la evaluación inicial de una revista especializada indicó que algunas otras aplicaciones no funcionarían. Sin embargo se lanzó el T1100 en Europa en la Hanover Messe en abril 1985 y se puso a la venta poco tiempo después en Alemania.

Nishida pasó el verano siguiente visitando a importantes compañas europeas para promocionar la máquina. Las ventas iniciales le dieron la munición que necesitaba para dar mayores empujones al negocio, ya que, igual que con las compañías de software, podía utilizar las adquisiciones del T1100 por parte de los competidores para inclinar la balanza a su favor. A fines de 1985, el T1100 hizo su primera aparición en los EEUU en la feria especializada Comdex y se puso a la venta a principios de 1986. Para finales de 1985, Nishida casi había vendido las 10.000 unidades. "De hecho, me quedé corto en 230 unidades para llegar al objetivo de las 10.000 unidades pero vendí aquéllas poco después.“Mantuve mi promesa", dijo.