
El ex presidente de Livedoor y otros cuatro directivos fueron acusados de manipular las cifras financieras de 2004 para elevar el valor de la empresa en la bolsa, mostrando ganancias de 5.000millones de yenes (42,7 millones de dólares) cuando en realidad la firma tenía pérdidas. Los empresarios han admitido algunas o todas las acusaciones pero Horie se ha declarado siempre inocente.
El abogado de Horie ya ha apelado la sentencia alegando que su defendido es inocente y que los fiscales le han hecho una "encerrona".