Gracias al espectógrafo de nueva generación HARPS se ha localizado un planeta similar a la Tierra: habitable y relativamente próximo.


Científicos de tres centros de investigación -uno francés, otro suizo y otro portugués- han descubierto por primera vez un planeta que, por sus características de temperatura y composición, puede ser habitable para nuestros parámetros y se encuentra relativamente próximo a la Tierra. El planeta está a 20,5 años-luz de la Tierra, y gira en torno a una estrella enana roja, la Gl581, una de las cien más cercanas a nuestro sistema solar, indicó hoy en un comunicado el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) de Francia.

Según los modelos utilizados por los investigadores del CNRS -que han trabajado junto al Observatorio de Ginebra y al Centro de Astronomía de Lisboa-, la temperatura se sitúa entre 0 y 40 grados celsius, compatible con la presencia de agua líquida en su superficie. El planeta tiene una masa muy débil que permite imaginar una constitución bien rocosa, bien cubierta por un océano, como en la Tierra, y tarda 13 días en recorrer toda su órbita en torno a la estrella Gl581. La gravedad -o fuerza de atracción- en la superficie es 2,2 veces la existente en nuestro planeta, con un radio de acción 1,5 veces superior.
El equipo que lo ha descubierto considera que se trata de un planeta idóneo para ser objeto de misiones dedicadas a la investigación de la vida extraterrestre, en particular con el satélite Darwin, debido a sus condiciones de temperatura y de relativa proximidad al sistema solar. El lanzamiento del satélite Darwin, de la Agencia Europea del Espacio, está previsto para 2015. Esos mismos investigadores ya habían localizado en 2005 otro planeta del sistema de esa misma estrella enana, de la masa de Neptuno, y que cubre su órbita en 5,4 días. Ahora también han dado cuenta de un tercero de una masa ocho veces superior a la de la Tierra que tarda 84 días en dar una vuelta en torno a la Gl581.
Según Stéphane Udry, del Observatorio de Génova (Suiza) y uno de los autores principales del estudio, la temperatura media del planeta se encuentra entre los cero y los 40 grados centígrados, lo que podría permitir que el agua estuviera en estado líquido. "Además, su radio debería ser sólo 1,5 veces el de la Tierra y los modelos predicen que el planeta podría ser rocoso, como nuestro planeta, o estar cubierto por océanos", añade Udry.
Según explica Xavier Delfosse, del equipo de la Universidad de Grenoble en Francia y que también trabajó en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), el agua líquida es clave para la vida. "Debido a su temperatura y su relativa proximidad, este planeta será un importante objetivo de futuras misiones espaciales dedicadas a buscar vida extraterrestre. En el mapa del tesoro que podría constituir el Universo sería tentador marcar con una "X" este planeta".
Para hacer estos descubrimientos, los astrónomos han utilizado el espectógrafo de nueva generación HARPS instalado en el telescopio gigante de La Silla, en pleno desierto de Atacama, en Chile.