Una decena de países, entre los que figuran China, Cuba y Mauritania, vigilan lo que sus ciudadanos hacen por Internet, según el director de Amnistía Internacional España, Esteban Beltrán. Los gobiernos de esos países vigilan "salas de chat", eliminan "blogs", bloquean motores de búsqueda o encarcelan a personas por expresar sus opiniones a través de la web. Beltrán señaló, por otra parte, que desde los atentados del 11-S se ha producido un recorte de libertades que no ha servido para crear un mundo más seguro, sino para que aumentasen los países que restringen las libertades.Actualmente, en 57 países hay "presos de conciencia", es decir, de personas encarceladas o sometidas a restricciones físicas por sus convicciones políticas, religiosas o cualquier otro motivo de conciencia, así como por su origen étnico, sexo, color, idioma, origen nacional o social."Desde el 11-S, la tortura ha dejado de ser clandestina", lamenta Beltrán, citando como ejemplos la aprobación en Estados Unidos de una ley de Comisiones Militares que, según explicó, "permite la práctica de la tortura de forma legal".