Sin teclado ni ratón, el propio usuario aparece en la pantalla y mediante el movimiento de sus manos o su cuerpo interactúa con la máquina, cuya pantalla gira y se adapta a nuestros movimientos. Hasta el próximo 12 de mayo de 2008, todos los que decidan visitar el MOMA de Nueva York se encontrarán con un guía muy especial. Aunque será capaz de responder nuestras preguntas, Wizkid es un robot, pero también un ordenador. Podría presentarse como ambos, puesto que comparte características de los dos artefactos. Posee una pantalla sobre una especie de cuello que gira para identificar la cara del usuario y situarse frente a él, de forma que mirará hacia el lado al que la persona se mueva, incluso si son dos las personas que están al frente, se centrará en la que hable.
Gracias a todo esto, sus creadores, el ingeniero Fréderic Kaplan (investigador de EPFL, Ecole Polytechnique Federale de Lausana) y el diseñador industrial Martino d'Esposito (profesor de ECAL, University of Art and Design de Lausana), lo consideran la transición a la interacción en el mundo físico, fuera de la necesidad del teclado. "A diferencia de un ordenador personal, no obliga al usuario a acomodarse, y es social y multiusuario", según información de la Escuela Politécnica de Laussane (Suiza).
