Presentan una silla de ruedas guiada por el cerebro y un andador inteligente

Han sido dos de los acontecimientos más comentados en La última jornada del III Congreso Internacional sobre Domótica, Robótica y Teleasistencia para todos (DRT4ALL) celebrada en Barcelona.
El doctor del departamento de Informática e Ingeniería de Sistemas de la Universidad de Zaragoza, Javier Mínguez ha presentado estos dos dispositivos robóticos.
El proyecto está destinado a personas con patologías que “derivan en la pérdida total del control de todos los músculos de su cuerpo” (como por ejemplo la esclerosis amiotrófica lateral) dejando como única posibilidad de comunicación con el exterior su propio pensamiento, indicó en su explicación.
El funcionamiento de la aplicación en el caso de la silla de ruedas consiste en que el usuario tiene una pantalla sobre la que se muestra una reconstrucción tridimensional del entorno realizada por el sistema de inteligencia artificial de la silla robótica.
En el de la teleoperación del robot, el usuario está tumbado sobre una cama y observa en la pantalla una secuencia de vídeo captada por el robot. “Sobre la base de estas representaciones visuales, el usuario se concentra en una zona del espacio, que genera unos patrones de actividad cerebral que son registrados por un sistema de electroencefalografía”, continuó.
La señal eléctrica es filtrada, procesada y por medio de un sofisticado sistema de aprendizaje y reconocimiento de patrones se obtiene la zona del espacio en la que el usuario está pensando. A continuación, esta zona se transfiere a la tecnología de navegación a bordo de la silla o del robot, que se encarga de generar de forma autónoma el movimiento hasta esa posición del espacio, “mientras se evitan las colisiones con los obstáculos estáticos o dinámicos detectados por su sensor de proximidad láser”.
Para ello se emplea una técnica no invasiva de adquisición de señales: la electroencefalografía. Está basada en la colocación de un gorro y determinados electrodos en el cuero cabelludo del usuario.
“i-Walker” (FOTO DE ABAJO) es como un andador convencional, que incorpora sensores de presencia y movimiento, medidores de fuerza, motores y frenos automatizados. Gracias al ordenador y el software que lleva instalado, es capaz de calcular las diferentes acciones, tomar decisiones y actuar según las necesidades del usuario, siempre que esté programado para ello.
En cuanto a su funcionamiento, lo primero es que un médico indique las áreas que cada paciente necesita vigilar y que un especialista introduzca los distintos parámetros en el ordenador. Así el andador frena si cree que el paciente corre riesgo de caerse o no está bien sujeto.Además, corrige el ángulo de giro de quien lo empuja, crea un mapa del entorno cercano y puede dirigir a su usuario “hasta lugares determinados como la cocina, el baño, el centro de salud”, gracias a un sistema de reconocimiento de voz que tiene implantado.
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