Así es Call of Duty: WWII

Las sagas.

Sí, cuando un título vuelve, vuelve y vuelve año tras año hay, para unos, cierta resignación y, para otros, una cita ineludible.

Yo soy de estos últimos. Más con uno de los videojuegos que componen parte de, como me gusta decir, "El Octavo Arte".

En esta ocasión, Call of Duty: WWII va de menos a más. Y, la zona "menos" es sobresaliente. Creo que me estoy mojando. Voy a referirme fundamentalmente al modo "Historia".

Como siempre, notamos mucho trabajo en la recreación de ambientes que, como sabes, ahora está basado en la mayor devastación provocada por el hombre: La Segunda Guerra Mundial.

Poner el listón en gráficos al máximo nivel es indispensable para poder decir que un título es sobresaliente. Pero no es todo, claro.

Hay detalles como el no tener que mirar una pantalla NEGRA hacen de Call of Duty: WWII merecedor de halagos. Sí, aprovecha los tiempos de carga para incorporar vídeos o contenidos. Esta cuestión técnicamente hoy es posible y, así lo demuestra. Esto para que tomen nota rivales y compañeros de creación.

El clima es magistral; es duro en ocasiones como la propia Guerra Mundial.
El sonido acompaña, acorde. El esfuerzo por encontrar traducción y voces es para poner en alto.
El argumento está ceñido a realidad y envuelve la acción.

Su jugabilidad, que es lo que esperas que te cuente, es sobresaliente y permite muchas experiencias de juego como el cooperativo, Nazi Zombies.

Por lo demás, al apartado multijugador le espera un larguísimo futuro por la evolución que incorpora el "Modo Guerra", por ejemplo. Destaco también "Divisiones":  para desarrollar la carrera multijugador alistándonos en cinco divisiones icónicas, incluyendo la División Aerotransportada, la primera en llegar a la acción; los tiradores de precisión de la División de Montaña; la versátil División de Infantería; la División Blindada, armada hasta los dientes; y la División expedicionaria, equipada con escopetas y cartuchos incendiarios. También encontrarás "Cuarteles" un espacio para compartir.