“En Apple nos comprometemos a desarrollar las tecnologías que favorecen al planeta y a ayudar a protegerlo para las próximas generaciones”, ha declarado Tim Cook, consejero delegado de Apple. “Estamos orgullosos de formar parte de este ambicioso proyecto y deseamos que llegue el día en el que podamos utilizar en la fabricación de nuestros productos aluminio producido sin emitir gases de efecto invernadero”.
La clave de esta actuación está en que el aluminio lleva produciéndose a gran escala mediante el mismo proceso desde 1886, año en el que fue inventado por Charles Hall, fundador de Alcoa. En este proceso, se aplica una fuerte corriente eléctrica a la alúmina que elimina el oxígeno. Tanto los experimentos originales de Hall como las plantas de fundición más grandes de hoy en día utilizan un material de carbono que se quema durante el proceso, lo que produce gases de efecto invernadero.
Cuando esté totalmente desarrollado y en marcha, este nuevo método tendrá la capacidad de erradicar las emisiones directas de gases de efecto invernadero del proceso de fundición en todo el mundo, y fortalecerá los estrechamente integrados sectores de la fabricación y el aluminio de Canadá y Estados Unidos.