Según la Industria Audiovisual, en 2006 se “descargaron” ilegalmente 132 millones de películas, cifra que podría alcanzar los 200 millones en 2007

Bajo el lema “Todos contra la Piratería”, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, EGEDA, FAP, FAPAE y Gotham Comunicación han llevado a cabo hoy la 1ª Mesa del Cine, con la presencia de la Ministra de Cultura, Carmen Calvo. Han dado a conocer las últimas conclusiones acerca de las consecuencias de la piratería para el sector audiovisual, al mismo tiempo que han propuesto diversas soluciones para atajar el grave problema de la piratería.
Recuerdan que España es el país con el índice de piratería más elevado de toda Europa Occidental, con un 32%, siete puntos por encima del segundo, Italia El 70%. El año pasado, además, se vendieron en nuestro país 41,5 millones de películas piratas en el top manta, a pesar de las cerca de 1 millón de películas ilegales intervenidas por la policía en 2006. El sector del video doméstico es el más afectado por la piratería (62%). Según cifras de ANEMSEVI (Asociación Nacional de Empresarios Mayoristas del Sector Videográfico), en los últimos 18 meses han cerrado el 15% de los videoclubes de nuestro país, 750 establecimientos, causando la pérdida de 1.800 puestos de trabajo.
Para poner freno a esta situación, la industria audiovisual propone soluciones desde 4 ángulos: educativo, legislativo, judicial y policial, y tecnológico.
Desde el punto de vista educativo, es imprescindible que el Gobierno impulse unos medios ágiles y efectivos para educar a la sociedad sobre un uso responsable de la red. Aunque se constata una gran implicación del Gobierno en sus campañas para la sensibilización de la opinión pública sobre el valor de la propiedad intelectual, es necesaria una mayor continuidad, aspecto en el que sería necesaria la colaboración de los proveedores de de servicios de Internet.
Es preciso llevar a cabo un impulso del conocimiento del mundo audiovisual entre los más jóvenes, ya que una sociedad carente de creatividad está condenada a desaparecer, arrastrando con ella los valores tradicionales, culturales e históricos de España.
En el apartado legislativo, la solución para acabar con la piratería, sobre todo, en Internet, pasaría porque el Gobierno dotara de normas ágiles que se adapten a las nuevas tecnologías y defiendan los derechos de los titulares de la propiedad intelectual con el máximo rigor.
En el ámbito judicial, la solución sería agilizar las acciones judiciales, dotándolas de mayor rapidez. Actualmente, cualquier acto judicial tarda meses e incluso años hasta que la actividad comercial ilegal puede detenerse y, en este intervalo de tiempo, las pérdidas generadas para la industria del cine son millonarias.
Otro aspecto a mejorar, sería un aumento de los efectivos policiales dedicados a la piratería, ya que aunque la actual cooperación policial es de gran ayuda, es insuficiente en comparación con otros países de nuestro entorno europeo, donde nos triplican en recursos policiales dedicados a lucha contra la piratería en Internet.
Y, desde un ángulo tecnológico, es necesario un mercado limpio y libre de la competencia insuperable que supone la gratuidad de la piratería, para que prosperen las alternativas digitales de alta calidad, que el sector del cine está llevando a cabo en colaboración con empresas tecnológicas y de comunicaciones, tanto en salas de cine como en el ámbito doméstico.