Nadie duda de que Steve Jobs, de 52 años, es uno de los principales nombres propios del, panorama tecnológico actual. En compañía de su socio Steve Wozniak, Jobs ayudó a la popularización del ordenador personal a finales de los 70. Promovió varias industrias y estableció una poderosa marca que los sitúa en lo alto de la lista de los 25 empresarios más poderosos del mundo.
El gurú Jim Collins llamó una vez a Steve Jobs el "Beethoven de los negocios". Se maravillaba de la capacidad del fundador de Apple para conjurar objetos digitales de deseo desde mezclas esotéricas de chips, discos, plástico, y software, y luego promoverlos con su propia cautivadora marca de arte en ejecución. Pero Jobs también podría ser llamado Maquiavelo, un hombre que puede doblegar a proveedores, socios, y hasta industrias a su voluntad.
Su creación renaciente, Apple Inc., está en el puesto 121 en Fortune 500, mucho detrás de competidores tales como Dell (el nº 34) y Hewlett-Packard (el nº 14). Sin embargo, la fecundidad de Apple, nacido de la innovación continua e ingeniosa en cada aspecto de su negocio, ha impuesto cambios profundos no sólo sobre infotecnología, sino sobre muchas industrias adyacentes.
Durante las dos primeras décadas de su notable carrera de 30 años, Jobs cambió dos veces la dirección del sector informático. En 1977 el Apple II empezó la era del PC, y la interfaz de usuario gráfico lanzado por Macintosh en 1984 ha sido imitada por todos los ordenadores desde entonces.
La lista de Fortune incluye también a otros importantes nombres de las nuevas tecnologías. Los fundadores de Google, Enric Schmidt, Larry Page y Sergei Brin ocupan el puesto número 4 mientras el presidente de Microsoft, Bill Gates, dueño de una de las mayores fortunas del mundo se sitúa en séptimo lugar.
Los diez primeros puestos en la lista los completan Rupert Murdoch, de News Corp; Loyd Blankfein de Goldman Sachs; Warren Buffett de Berkshire Hathaway; Rex Tillerson, de Exxon Mobil; Jeff Immelt de General Electric; Katsuaki Watanabe de Toyota y A.G. Lafley de Procter& Gamble.
Hay que bajar hasta el puesto 22 para encontrarnos con la primera mujer en la lista de la revista Fortune de los 25 empresarios más poderosos del mundo. Se trata de Indrda Novi, presidenta de Pepsi.
El gurú Jim Collins llamó una vez a Steve Jobs el "Beethoven de los negocios". Se maravillaba de la capacidad del fundador de Apple para conjurar objetos digitales de deseo desde mezclas esotéricas de chips, discos, plástico, y software, y luego promoverlos con su propia cautivadora marca de arte en ejecución. Pero Jobs también podría ser llamado Maquiavelo, un hombre que puede doblegar a proveedores, socios, y hasta industrias a su voluntad.
Su creación renaciente, Apple Inc., está en el puesto 121 en Fortune 500, mucho detrás de competidores tales como Dell (el nº 34) y Hewlett-Packard (el nº 14). Sin embargo, la fecundidad de Apple, nacido de la innovación continua e ingeniosa en cada aspecto de su negocio, ha impuesto cambios profundos no sólo sobre infotecnología, sino sobre muchas industrias adyacentes.
Durante las dos primeras décadas de su notable carrera de 30 años, Jobs cambió dos veces la dirección del sector informático. En 1977 el Apple II empezó la era del PC, y la interfaz de usuario gráfico lanzado por Macintosh en 1984 ha sido imitada por todos los ordenadores desde entonces.
La lista de Fortune incluye también a otros importantes nombres de las nuevas tecnologías. Los fundadores de Google, Enric Schmidt, Larry Page y Sergei Brin ocupan el puesto número 4 mientras el presidente de Microsoft, Bill Gates, dueño de una de las mayores fortunas del mundo se sitúa en séptimo lugar.
Los diez primeros puestos en la lista los completan Rupert Murdoch, de News Corp; Loyd Blankfein de Goldman Sachs; Warren Buffett de Berkshire Hathaway; Rex Tillerson, de Exxon Mobil; Jeff Immelt de General Electric; Katsuaki Watanabe de Toyota y A.G. Lafley de Procter& Gamble.
Hay que bajar hasta el puesto 22 para encontrarnos con la primera mujer en la lista de la revista Fortune de los 25 empresarios más poderosos del mundo. Se trata de Indrda Novi, presidenta de Pepsi.
